Diabetes en la tercera edad: ¿Cómo podemos tratar esta enfermedad en una edad avanzada?

La diabetes es una enfermedad que ataca el metabolisco y la sangre y esto se origina muy comúnmente en las personas de tercera edad. Pudiendo estas desarrollar diferentes complicaciones que pueden poder en riesgo su salud e integridad física. Evitar estas complicaciones y controlar la enfermedad son los objetivos primarios de cualquier paciente de diabetes. Más aún cuando la persona se encuentra susceptible en edades avanzadas.

¿Cómo afecta la diabetes a una persona mayor en la tercera edad ?

En muchas ocasiones los síntomas que presenta una enfermedad como la diabetes pueden no notarse a simple vista. Es debido a esto que muchas personas en la tercera edad tienden a permanecer relativamente tranquilos y sin experimentar ningún tipo de síntoma evidente. Hay que tener mucho cuidado con esto, ya que la persona mayor solamente sabrá que padece la enfermedad una vez que los daños más fuertes se han producido en el cuerpo.

Uno de los primeros síntomas que suelen presentar las personas diabéticas son orinar de forma excesiva o tener sed casi todo el tiempo; sin embargo, estos síntomas no suelen ser tan claros en las personas mayores, ya que a menudo los adultos de tercera edad tienden a pasar por alto estos indicativos.

Otro síntoma es el cansancio en exceso, siendo tomado por los adultos mayores como una consecuencia de la edad más que por un síntoma de la diabetes. Las consecuencias de no controlar esta enfermedad es que todos los órganos del paciente se encontrarán en grave peligro. Pudiendo sufrir problemas renales, daño en los glóbulos oculares, enfermedades cardiovasculares, entre otros.

¿Cómo podemos tratar la diabetes?

Las personas de tercera edad que son diagnosticadas con diabetes ya se encuentran acostumbradas a un estilo de vida específico, el cual incluye una alimentación propia y una cierta cantidad de actividad física determinada. Sin embargo, es necesario que la persona de tercera edad realice ciertos cambios importantes para poder controlar la enfermedad.

La alimentación adecuada para la tercera edad 

La alimentación debe consistir principalmente de alimentos con un bajo índice glucémico. Entre las pautas generales encontramos:

• Evitar azúcares simples procedentes de alimentos como dulces o golosinas. Así mismo, se debe evitar las harinas refinadas, snacks no aptos para diabéticos, salsas embotelladas, alimentos precocinados, entre otros.
• Los alimentos no deben contar con demasiada grasa, preferiblemente se deben elegir los alimentos al horno.
• El hidrato de carbono debe provenir de las verduras y frutas. Se debe evitar lo más posible el arroz, la pasta y el pan.
• Las carnes magras y el pescado son alimentos indispensables de la dieta.
• Evitar las bebidas alcohólicas y bebidas con mucha azúcar.

La alimentación apropiada es importante para mantener la glucosa de la sangre bajo control y nutrir apropiadamente el organismo.

El ejercicio en la tercera edad 

Esta es una de las mejores formas de reducir el nivel de azúcar en la sangre, siendo además un método que puede prevenir la hipertensión y la obesidad. Además de ello, ayuda a disminuir la pérdida de músculo, evita la degeneración de la masa ósea y promueve una mejor circulación sanguínea.

• El adulto de tercera edad debe realizar actividad física regularmente a lo largo de la semana.
• Es posible realizar actividades físicas de cualquier tipo, ya sea caminar, trotar e incluso nadar y bailar.
• Se deben evitar preferiblemente actividades físicas de alta intensidad.

Siempre debe examinarse

Un chequeo constante es indispensable para el adulto de tercera edad, ya que le permitirá saber cómo se encuentra el nivel de azúcar que posee en la sangre. De esta forma, se puede llevar un mejor manejo del estilo de vida y si es necesario realizar otros cambios para asegurar el control de la enfermedad.